lunes, 7 de octubre de 2013

White Chocolate Ombre Cake




White Chocolate Ombre Cake

Me encantan las tartas sencillas, rústicas, sin complicaciones... Y es un buen recurso cuando la persona que la va a recibir es igual que la tarta. Sencillo, rústico y nada complicado.  Y así es mi padre. Cumplió  años en julio. 70 más concretamente pero  no los parece. Es pequeño y muy delgado pero sus brazos siempre fueron de acero y aún mantienen la fuerza que le hace resistir los envites de la vida. Aunque se sienta cansado a veces, aunque  a veces no se encuentre muy bien y se vea tentado por dejarse vencer ante las vicisitudes de la vida y los achaques de la senectud, siempre encuentra en su interior la fuerza necesaria para ponerse en pie y plantar cara. Y entonces sale a su huerto a quitar hierbas o plantar nuevas semillas que con mucho mimo y cuidados veremos dar sus frutos algunos meses después.

 



 Y va  a su gallinero acompañando a mi madre a dar de comer a esas gallinas que se respetan hasta que mueren de viejas y luego se las entierra porque en casa no se mata ningún animal. No para quieto un minuto, se sienta solo para comer y claro, "así no le luce la comida", dice mi madre, y no le fata razón. Ese hombre que me dió la vida y que yo veia como alguien inmortal e invencible cuando era pequeña e ignorante sobre la vida, se hace mayor. Se hace pequeño. Se hace débil. Y yo no puedo hacer nada para evitarlo. Nadie puede hacer nada...
"Es ley de vida" dicen. Y aunque el cumplir años es muy bonito por lo que implica y lo celebramos como toca no puedo evitar sentir un pellizco en el estómago cuando tomo conciencia. Ya es mayor, Roble, ya es viejito, me digo...


   







Y pienso en todas las personas que no han tenido a su padre a su lado o que lo han perdido recientemente y entonces el pellizco se convierte en mariposas. En cosquilleo de gratitud y alegría. Y doy gracias. Siempre doy las gracias. Es mi padre, un PADRE con mayúsculas. El mejor padre que podía tener y aunque ahora el ya no puede levantarme en brazos lo levantamos nosotros a el. Porque ahora nos toca a nosotros. Porque ahora le toca a el.


 
























Felicidades papa, es un honor ser hija tuya.
Te quiero, te queremos.

Robledo García
Fotografías: Robledo García

3 comentarios:

Raquel dijo...

Ohhhh! Me has emocionado Robledo! Que homenaje tan bonito! Mi padre cumplio años el pasado sábado y le llame y le escribi un email, pero escribien fue como pude expresarle todo mi amor porque por teléfono... me da un nudo en la garganta y me pongo a llorar y no consigo decir lo mucho que le quiero!
Viva las palabras escritas con amor!

Marisol dijo...

Has dicho muchas verdades ,los padres son únicos ,maravillosos ,yo por desgracia perdí al mío va a hacer 7 años y mi mami ha hecho 2 ,y no pasa un día en el no me acuerde de ellos ,necesito sus besos ,sus abrazos y su consejo en muchas situaciones ,pero he tenido la suerte de tenerlos ,disfruta mucho de los tuyos ,un beso muy fuerte para ti y tus papás

Lila dijo...

Jo que pinta!!
Oye estoy de concurso y no recuerdo si te he invitado, pero me encantaria contar contigo y tus maravillosas recetas.
El premio es un lote de productos de reposteria creativa que te va a encantar.
Un besazo

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